Los nombres compuestos


Hace mucho tiempo eran cachorros de lobo que corrian por el monte, que se tiraban con el monopatín por la cuesta más alta del pueblo, se duchaban en la misma bañera y se morían de retortijones cada vez que la morera daba frutos.

Ultimamente sólo se ven en los pasillos del hospital de turno, y son capaces de encontrar en el fondo de ese mar de tristeza una sonrisa para el otro, y recordar cuando corríamos por el río hasta el burro muerto.

Y yo me preguno si no será cierto que la persona que te ha visto crecer desde tu primer día de vida, con la que has compartido mocos, abonos del betis y búsquedas furtivas de los regalos de reyes por toda la casa no será siempre más cercana a ti que todas aquellas a las que veo a diario. No sé en qué momento se formó ese vínculo, si fue cuando aprendimos a nadar, a trepar los árboles...

Pero ahí estamos, viendonos de hospital en hospital, sancándonos sonrisas y viejos recuerdos. Qué gracia me hace pensar ahora que durante una gran parte de la infancia creía que acabaríamos casándonos.

http://www.goear.com/listen.php?v=13dba93
Acabo de verte y ya sé que nací para casarme contigo...
Abrázame fuerte que no pueda respirar...

0 comentarios: